México se encuentra entre los diez países con mayores emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en el sector transporte. Conscientes de la importancia de abordar esta problemática, diversas iniciativas y programas han sido implementados en busca de la sostenibilidad y la descarbonización de este crucial sector.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) destaca que el transporte es responsable de más de una cuarta parte de los GEI a nivel mundial, lo que lo convierte en un elemento clave para la lucha contra el cambio climático. Con el objetivo de alcanzar cero emisiones netas para el año 2050 a nivel global, la descarbonización del transporte se vuelve una prioridad.
En el marco de esta visión, la Cooperación Técnica Alemana (GIZ) ha colaborado en el «Programa Transporte Sustentable (PTS)» en México desde 2019 hasta 2023, promoviendo iniciativas para la electromovilidad y la digitalización del reparto de mercancías en las ciudades, la profesionalización del sector, así como la chatarrización vehicular y la economía circular.
Dentro de estas iniciativas se encuentra el programa de chatarrización vehicular, que tiene como objetivo incentivar la sustitución de vehículos ligeros de carga con más de 10 años de antigüedad por tecnologías vehiculares de baja emisión, en línea con una economía circular que busca reducir el impacto ambiental.
Asimismo, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), con el apoyo de la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable, ha desarrollado el «Mapa de Ruta Tecnológica del Transporte Terrestre en México, Visión 2021-2050», que establece objetivos estratégicos para el desarrollo tecnológico de los vehículos, infraestructura y operaciones del transporte terrestre de carga y pasajeros, guiando la evolución del sistema de transporte hacia un enfoque más sostenible.
Por su parte, la Plataforma Transporte Limpio, impulsada por la SEMARNAT, busca incentivar el mejoramiento del desempeño ambiental de las empresas de transporte. Aquellas que reportan reducciones significativas de emisiones son reconocidas con un distintivo otorgado por el programa, lo que ha motivado la participación de alrededor de 729 empresas en el programa hasta la fecha.
Enfrentando el desafío de la profesionalización del sector, donde la mayoría de las empresas son micro y pequeñas, se lanzó la plataforma digital EducaT, operada por la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT).
Esta iniciativa busca vincular a las empresas transportistas con organizaciones especializadas en formación, ofreciendo una amplia variedad de cursos y capacitaciones para mejorar la profesionalización del autotransporte federal, con un enfoque especial en la participación activa de mujeres.
Por otro lado, el Programa Integral de Eficiencia Energética en el Autotransporte de Carga, implementado junto a la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (CONATRAM), ha demostrado resultados positivos en términos de ahorro de combustible, llegando hasta un 25%, gracias a la capacitación en gestión de flota y conducción técnico-económica.
GIZ México también hace hincapié en la necesidad de evitar los viajes motorizados innecesarios a través de un uso más inteligente del suelo y una logística planificada. Además, sugiere el cambio a modos de transporte más eficientes mediante mejoras en los vehículos, el combustible y las operaciones de red y tecnologías de gestión.
En resumen, las acciones hacia la sostenibilidad en el transporte en México, representadas por ALMEX, apuntan hacia un futuro más responsable y consciente del impacto ambiental. A través de programas de descarbonización, chatarrización vehicular, mejora en la profesionalización del sector y en la eficiencia energética, México avanza hacia un sistema de transporte más amigable con el medio ambiente y alineado con las metas globales de lucha contra el cambio climático.